Ostegun honetan Ion Arrietak (EHU/UPV) emango du hitzaldia Mintegi Irekian, "Autonomía ejecutiva. La vieja historia de un concepto nuevo" izenburuarekin. Hitzaldia gaztelaniaz izango da eta, Fakultateko Batzar Aretoan eguerdiko ordubatean. Behean abstracta.

En la literatura clínica y asistencial de finales del siglo pasado la noción más extendida de autonomía del paciente se identificó con la libertad de elección de alguien que es racional y capaz de tomar decisiones, reduciendo la autonomía a la toma de decisiones autónoma, es decir, a la autonomía decisoria. Este modelo de autonomía, concebido para dar respuesta a las necesidades de la medicina terciaria y de urgencias, resulta claramente insuficiente para la atención primaria y los cuidados crónicos. La autonomía ejecutiva puede ser simplemente definida como la capacidad que tienen las personas de hacer efectiva y mantener en el tiempo la decisión adoptada, de ejecutarla. Trasladada al ámbito clínico, sería la habilidad del paciente para realizar las tareas requeridas para que tenga éxito el tratamiento o el plan de cuidados acordado con el profesional sanitario. Esta dimensión de la autonomía ya se sugería de manera implícita en algunos trabajos bioéticos iniciales, pero su importancia ha ido creciendo en la medida en que se ha prestado más atención a los cuidados crónicos, en los que el paciente no sólo autoriza un plan de intervención, sino que luego juega un papel esencial en su ejecución. 

Sin embargo, la dimensión ejecutiva no es ni mucho menos un elemento novedoso de la autonomía. La habilidad que los pacientes muestran para planificar, secuenciar y realizar a lo largo del tiempo las tareas requeridas para el manejo de sus enfermedades crónicas refleja en parte la capacidad que tienen de dominarse a sí mismos o su mayor o menor fuerza de voluntad. Muchas personas no tienen en todo momento la fuerza interior necesaria para vencer los deseos o impulsos más inmediatos que les alejan de un bien o un fin que consideran superior (como en este contexto, seguir correctamente un plan de cuidados). En esta presentación, me pregunto qué puede aportar al debate el estudio de la akrasía o «debilidad de la voluntad», fenómeno que ha preocupado desde antiguo a las construcciones éticas más influyentes de la cultura occidental. Y lo hago con la intención de mostrar que dicho fenómeno desborda el ámbito clínico o médico y se presenta como una cuestión propiamente moral. Es una muestra de la debilidad humana, y de la tendencia de muchas personas, estén enfermas o sanas, a seguir pasivamente un impulso más que una opción deliberada.