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Ghadeer Omar: «Nuestros alumnos y alumnas son supervivientes»

La decana de la Universidad Nacional An-Najah de Cisjordania explicó en la EHU cómo es la vida en su facultad

  • Crónica

Fecha de primera publicación: 13/11/2025

Ghadeer Omar impartio ayer, 12 de noviembre, su conferencia en la Facultad de Ciencia y Tecnología. | Foto: Miguel Espiga. EHU Komunikazio Bulegoa.

Frente a las imágenes en blanco y negro de pueblos devastados que nos llegan de Palestina, la presentación apasionada y cercana del herbario multicolor compuesto de plantas silvestres autóctonas ha sido una muestra de la fuerza de la vida ante la muerte. A Ghadeer Omar, decana de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional An-Najah (Nablus, Palestina), no le falta pasión para seguir adelante; de ahí su visita al País Vasco y su conferencia en la Facultad de Ciencia y Tecnología de la EHU titulada “Life in a Palestinian university and biomedical applications of native wild plants”. Omar ha relatado los desafíos a los que se enfrenta la universidad en general y especialmente el profesorado y el alumnado. “Ser docente en la universidad es una de las mejores misiones del mundo”, ha destacado la decana de la Facultad de Ciencias palestina.

La charla, a la que ha acudido tanto alumnado como profesorado de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la EHU, ha comenzado con un minuto de silencio como señal de respeto a la grave situación que viven en Gaza y Cisjordania. A continuación, el decano de la facultad Fernando Plazaola ha obsequiado a Ghadeer Omar, decana de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional An-Najah, con un collar con una hoja de roble, símbolo del árbol de Gernika. La primera universidad construida en Palestina, con más de 25.000 estudiantes, tiene sus facultades repartidas por todo el país. Las facultades de Gaza están actualmente derribadas o clausuradas, y en el resto hacen frente al día a día con grandes dificultades, adaptándose a la situación política y humanitaria que viven. Por ejemplo, en los últimos años se han multiplicado los estudios online, debido a que una gran parte del alumnado no puede desplazarse a los centros por imposición israelí. La Facultad de Ciencia de la Universidad An-Najah es un centro multidisciplinar en el que se imparten estudios de química, matemáticas, biología o genética entre otros, donde se fomenta precisamente la investigación multidisciplinar mediante subvenciones.

Entre los principales objetivos de la universidad está disminuir la brecha existente entre el ámbito académico y la sociedad, “para garantizar que el avance científico aporta mejoras sociales y económicas al país”, ha indicado la decana. Pero las dificultades y los retos no son menores en la vida académica palestina. Omar señala, entre otros, la imposibilidad de acudir a las facultades o congresos debido al cierre de las fronteras y el aumento de controles por parte de Israel. Por consiguiente, a menudo han tenido que empezar de cero los estudios que requieren una continuidad o dejar de lado diferentes investigaciones científicas por no poder realizar visitas de campo. La falta de material se ha convertido en algo cotidiano, así como los inconvenientes para publicar artículos científicos. A menudo comunicarse con el alumnado y ayudarles emocionalmente se convierte en la tarea principal del profesorado; es decir, “seguir inspirando al alumnado”, añade Omar con determinación.

Precisamente ese rayo de luz ha invadido toda la sala cuando ha comenzado a presentar sus estudios acerca de la aplicación en biomedicina de la especial vegetación palestina. Fue Ghadeer Omar quién creó el primer herbario de Cisjordania y es la mayor experta palestina en taxonomía vegetal. Omar, que recibió el premio «Women in Science Hall of Fame» en 2012, ha explicado que, aun siendo un país pequeño, Palestina cuenta con una gran biodiversidad. Alberga 51.000 especies vivas, el 3 % de la biodiversidad mundial; 3.000 de ellas son vegetales, y muchas endémicas. Omar ha citado en primer lugar el olivo (Olea europaea), símbolo palestino, que, aunque para buena parte de la población es una fuente de ingresos, la producción de olivos se ha vuelto peligrosa debido a los duros ataques que sufren las personas dedicadas a su producción por parte del gobierno israelí. De todas las plantas que ha citado la profesora destacan el ciclamen (Cyclamen persicum), planta nacional palestina, así como algunas plantas medicinales como la Salvia fruticosa o la Paronychia sinaica.

A pesar de las dificultades y la adversidad, Ghadeer Omar ha regalado una valiosa experiencia académica y ha compartido su espíritu de resistencia e inspiración con el alumnado de la EHU, que hoy tiene toda una vida por construir. La decana palestina ha sembrado una semilla de esperanza de entre los escombros, prevaleciendo así la vida sobre la muerte.