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Yolanda González-Rábago

El sistema sanitario no es inmune al racismo

Profesora titular del Departamento de Sociología y Trabajo Social y miembro del Grupo de Investigación OPIK

  • Cathedra

Fecha de primera publicación: 25/09/2025

Yolanda González-Rábago | Foto: Laura López. Oficina de Comunicación de la EHU.

El racismo permea todas las capas de nuestras sociedades y se manifiesta en múltiples ámbitos de nuestra vida cotidiana, desde lo estructural hasta lo interpersonal. Los sistemas sanitarios no son una excepción. A través de distintos mecanismos, a menudo normalizados o invisibilizados, el racismo condiciona el acceso, la calidad y los resultados de la atención sanitaria a muy diferentes niveles. Se expresa en normas y procedimientos administrativos que dificultan el uso efectivo de los servicios, en prácticas clínicas mediadas por estereotipos raciales, y en desigualdades que interseccionan, afectando la salud física y mental de las personas racializadas.

Aún hoy nos resulta incómodo hablar de raza y racismo, como hace no tanto sucedía con otros constructos sociales —como el género— que producen un sistema de privilegio y opresión, y que hoy ya se reconocen como elementos constitutivos de las desigualdades sociales, también en el ámbito de la salud. Las sociedades europeas, con la excepción del Reino Unido, han mostrado una especial reticencia a nombrar el racismo, lo que ha dificultado también su medición y análisis. Sin embargo, allí donde se ha investigado, la evidencia científica es contundente: el racismo tiene un gran impacto en la salud de las personas racializadas, suponiendo mayor morbilidad y mortalidad prematura, y actuando como una barrera clave para recibir atención sanitaria de calidad.

Precisamente sobre el sistema sanitario se ha centrado el proyecto Racismo en la atención sanitaria a la población racializada en el País Vasco (RACISMHEALTHCARE), financiado en la convocatoria Universidad-Empresa-Sociedad 2023 de la EHU y desarrollado en colaboración con Médicos del Mundo Euskadi. El objetivo principal del proyecto es analizar las barreras en el acceso a la atención sanitaria y las experiencias de racismo vividas por personas racializadas en el sistema sanitario vasco. Se trata de comenzar a comprender cómo se generan procesos activos de discriminación racial en los servicios de salud, considerando desde mecanismos que operan a nivel estructural, hasta aquellos de tipo interpersonal.

En el marco de ese proyecto, se ha publicado recientemente una revisión de estudios sobre las barreras que enfrentan las personas racializadas en la atención sanitaria en Europa. La revisión, publicada en la International Journal for Equity in Health, identifica obstáculos a lo largo de todo el proceso asistencial: desde dificultades en el acceso a los servicios sanitarios, que se ve condicionado por procedimientos administrativos complejos, largos, restrictivos y costosos, hasta en el propio encuentro clínico, donde operan estereotipos raciales y culturales por parte del personal sanitario. Además, se evidencian importantes lagunas en la investigación sobre racismo y servicios de salud. Por un lado, es llamativo que gran parte de los estudios se concentren en áreas como salud sexual y reproductiva, salud perinatal, VIH o salud mental, siendo escasos aquellos que analizan las experiencias de las poblaciones racializadas en atención primaria, a pesar de su papel fundamental en la equidad en salud. Por otro lado, el foco de la mayoría de investigaciones está puesto en las poblaciones racializadas más vulnerabilizadas, como personas migrantes en situación administrativa irregular. Eso pone de relieve la necesidad urgente de investigar también las experiencias de personas racializadas en situaciones más estables, con largas trayectorias de residencia o nacidas en nuestras sociedades, que continúan siendo objeto de procesos de otredad y exclusión en su día a día.

Visibilizar que los servicios de salud están aún lejos de ser equitativos para las poblaciones racializadas fue uno de los objetivos de la jornada Racismo y atención sanitaria: abordando desigualdades invisibilizadas, celebrada en la EHU el pasado mes de abril. A través de ponencias y mesas de debate, se abordó la necesidad de comenzar a hablar de cómo operan los procesos de racialización en nuestro sistema sanitario. Se subrayó también la importancia de superar una mirada centrada únicamente en la población migrante —especialmente en situaciones de alta vulnerabilidad— y ampliar el foco hacia las múltiples formas en que el racismo afecta a poblaciones no migradas en una sociedad cada vez más diversa. Como subrayó la ponente invitada Stephani Hatch, de King’s College London, confrontar el racismo institucional requiere, en primer lugar, nombrarlo, para en segundo lugar preguntarse cómo opera el racismo en cada ámbito —en nuestro caso, en el sistema sanitario— y, finalmente, organizarnos colectivamente para trazar estrategias de acción.

Un sistema sanitario que aspire realmente a la equidad no puede conformarse solo con un enfoque "sensible" hacia la población migrante. Necesita una mirada crítica y reflexiva acerca del racismo en el diseño y en la prestación de la asistencia sanitaria en todos los servicios de salud. En ese sentido, y recuperando las palabras de Angela Davis: “En una sociedad racista, no basta con no ser racista; debemos ser antirracistas”.