Efectivamente, todo no va a ser estudiar, pero probablemente lo sea casi. Esa es una de las contrariedades de la vida del estudiante: en vacaciones toca estudiar. Este curso, además, los exámenes comienzan muy pronto, el 8 de enero. En el Campus de Bizkaia, en Leioa, CAMPUSA ha entrevistado a varios alumnos, y todos están de acuerdo en señalar que la Navidades no son época de grandes planes, eso lo dejarán para más tarde. Darán prioridad a estar con sus familias y amistades, para eso están las Navidades, según ellos y ellas. Ninguno tiene pensado viajar, pasarán las vacaciones en casa; comer, beber, abrir regalos, el plan navideño de todos los años. Todos están de acuerdo. Aun así, en opinión de nuestros alumnos, antes y después de los libros y apuntes existen más opciones…

Lander (foto 3) tiene intención de estudiar en vacaciones, pero no tiene muy claro ni cuándo ni cómo. Cursa un Grado en Farmacia, y parece que no se le está haciendo muy difícil. Preferiría el mal tiempo al bueno que está haciendo últimamente, y es que tenía planeado acercarse a Ezcaray, a esquiar. "No sé si habrá mucha nieve, pero si sigue así… Pero, bueno, da igual, con este tiempazo nos iremos a playa, ja, ja".

Lucia (foto 4) es de Bilbao y estudia primer curso de Relaciones Laborales. En lo que se refiere a las Navidades lo tiene muy claro: "En estas fechas es muy importante estar con los amigos y con la familia". Este su primer año en la Universidad, y se siente a gusto. Espera aprobar todas las asignaturas de este primer cuatrimestre, "pero a saber, ¡siempre hay alguna que se atraviesa!". A Lucia no le gustan demasiado las Navidades, "en mi familia no se hacen grandes celebraciones, son unos días sin más".

Eider y Ane (foto 1) son de Getxo, estudian Geología y un Grado en Educación Primaria, respectivamente. A la vuelta de vacaciones, el 7 de enero, estrenará el calendario de exámenes Eider. "Mi plan para estas Navidades: estudiar, estudiar y estudiar. Estaré con la familia y amigos, por supuesto, pero…". El plan ya lo tienen hecho: estudiarán juntas en la Biblioteca de Leioa, así una anima a la otra, y aprovecharán para ir al polideportivo. "A ver si de esta forma no se nos hace muy aburrido", comentan sin demasiado convencimiento. Ane también lo tiene muy claro, así es la vida del estudiante, "nos toca estudiar en vacaciones, ¿y qué le vamos a hacer?".
 

Sara y Martin (foto 5), en cambio, tienen bastante más suerte; sólo tienen un único examen en enero. Son alumnos de Bellas Artes, Sara es donostiarra, y Martin, gallego. Cómo soló tienen una, dicen que deberían estudiar, aunque sólo sea un poco. A pesar de no tener necesidad de estar pegados a los libros, tienen intención de aprovechar las dos semanas de vacaciones. "Nosotros casi no desconectamos, siempre andamos en algo, que si una exposición, que si un proyecto personal… Y, claro, todo eso luego lo aplicamos en la carrera. Somos muy activos", señala Martin.

Las bilbaínas Ángela y Alba (foto 2) están ya en los últimos cursos de Bellas Artes, atareadas pero contentas. Las últimas semanas han sido bastante ajetreadas, con muchos trabajos y entregas, y en vacaciones seguirán con ello, pues falta rematar algunos proyectos. Ángela tiene intención de visitar el museo Guggenheim y el Bellas Artes, con calma y sin prisas.

Y en Nochevieja…

De todas formas, habrá más de un día que nadie tienen intención de "perdonar". Uno de esos días marcados en el calendario es el 31 de diciembre, Nochevieja. Todos y todas dejan apuntes y libros de lados, y se echarán una pequeña o no tan pequeña juerga. "Sí, sí, claro, en Nochevieja no hay Geología –dice Eider- y tampoco en Nochebuena, ni el día de Navidad, ni en Año Nuevo… Uf, so sé si tengo tantos días para estudiar como pensaba".

Después de cenar las viandas típicas de las fechas, el 31 de diciembre, saldrán con amigos y amigas. Lander, siguiendo la tradición, comerá las 12 uvas, de una en una, con las campanadas. "A ver, por lo menos lo intentaré, las 12, con pepitas incluidas, y si se queda alguna, tampoco pasa nada". Esta noche suele ser la noche de los reencuentros con las amistades que estudian o trabajan fuera, una cita a la que nadie quiere faltar.

Los planes especiales y escapadas los retrasarán hasta febrero, para cuando todos los exámenes estén ya finalizados. Lucia, por ejemplo, ya tiene pensado qué hacer: "Reservaré un fin de semana o dos para mí, tal vez para ir a algún sitio". Alba también dejará los viajes para después de exámenes, tiene pensado ir a Salamanca y Madrid, de visita, "pero seguro que también tendré tiempo para ir a alguna exposición interesante". Sólo serán tres o cuatro semanas, no es mucho, y pasará rápido, o esa es la idea.

Además de disfrutar de las fiestas con amigos y familiares, estudiar y salir de juerga, hay quien trabajará estas Navidades. El curso pasado Alba estuvo en Rumanía, con una beca Erasmus, pero estas Navidades serán totalmente diferentes. "En cuanto a estudiar el año pasado fue muy tranquilo, pero en lo que respecta a la vida social, eso ya ... Ahora estoy aquí, y esto es otra historia. Tendré que trabajar en vacaciones. Hay que volver a la realidad", explica. Probablemente los quince días de vacaciones de Navidad se les harán a los ocho muy cortos, pero a la vista está que no tienen intención de perder el tiempo.
 

Fotos: Tere Ormazabal. UPV/EHU