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Víctor Manuel Amado Castro

Breve introducción al islam

Profesor adjunto del Departamento de Historia Contemporánea y miembro del Instituto de Historia Social Valentín de Foronda

  • Cathedra

Lehenengo argitaratze data: 2017/10/27

Irudia

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El islam es una de las grandes religiones de la humanidad, concretamente una de las tres denominadas monoteístas. Hoy en día, la umma o comunidad islámica ronda entre los 1.600 y 1.800 millones de fieles, lo que supone que es la religión que más se practica en el mundo después del cristianismo. El significado de esa palabra, en árabe, es sumisión y obediencia, en este caso a la voluntad divina. Por lo tanto, aquella persona que acepta el islam, es decir, aquel que se somete a los designios de Alá (Dios en árabe), se denomina musulmán.

Según la tradición islámica, la revelación divina fue recogida en el Corán y trasmitida para su propagación a Mahoma (570-632), a través del arcángel Gabriel. Por lo tanto, a diferencia de otros textos religiosos, el libro sagrado del islam, el Corán, no tiene autoría humana. De hecho, se cree que Mahoma fue analfabeto. La revelación de este texto fue trasmitida al profeta de manera dispersa mediante las denominadas aleyas (cada uno de los 6.226 versículos del Corán). La publicación de dichos versos en tiempos del califa Uthman (fallecido en el año 656) convirtió el Corán en un texto inamovible, y también en un objeto material digno de respeto en una religión que no venera imágenes.

En cuanto a la estructura, el Corán no se encuentra ordenado ni cronológica ni temáticamente, estando sus leyes recopiladas en 114 capítulos o suras. Otra característica de esta religión es que desarrolla pocos dogmas, siendo el fundamental aquel que dice: "no hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta", revelando que el Corán es la palabra de Dios. A su vez, la profesión de fe en el islam contempla todos los aspectos de vida: religiosos, espirituales y normativos derivados del propio texto, y de su tradición o sunna. De ahí que la complejidad de esta religión venga determinada porque su praxis atañe a todos los aspectos de la vida humana.

La fitna, Mahoma y los problemas sucesorios. Tras la muerte de Mahoma, en el año 632, los musulmanes instauraron como solución de continuidad un sistema de gobierno que garantizara la trasmisión del Corán, institución que se denominó califato, y cuyo dirigente, el califa, se convirtió en el representante del enviado de Alá en la tierra, es decir, de Mahoma. El primero de los califas denominados ortodoxos, cuatro en total, fue Abu Bkar que reinó en Medina (actual Arabia Saudí) del 632 al 634. Este además era el suegro de Mahoma, es decir, padre de A`isha, una de sus mujeres. Tras los reinados de los tres califas restantes, Umar 634-644, Uthman 644-656 y Alí 656-661(este último yerno de Mahoma, al estar casado con Fátima una de sus hijas) se desató una lucha sucesoria (primera fitna o guerra civil en el interior del Islam), entre los partidarios de que el califato recayera en el seno un representante de la tribu más importante de la época, los omeyas (suníes), y los que, por el contrario, defendían que el heredero fuera siempre un familiar del profeta Mahoma, los shiíes. Finalmente, la dinastía omeya se hizo con el califato, frente a los shiíes liderados por uno de los nietos de Mahoma, Hussain ibn Alí. Este murió en la batalla de Kerbala (actual Irak) en el año 680 (su martirio se conmemora en la festividad de la Ashura), en lo que supuso la segunda fitna. Tras estos acontecimientos, se terminó por producir la división teológica más importante en el islam y que se mantiene en la actualidad, entre el sunnismo, mayoritario hoy en día y que engloba al 80% de la umma, y el shiísmo que comprendería en torno al 20%, y cuyo representante más importante en la actualidad es Irán.

Hay que señalar que la particular relación entre estas dos comunidades ha jugado y sigue jugando un rol muy importante en un número significativo de los conflictos "intramusulmanes" contemporáneos, tanto en el seno de las sociedades como entre los países. Pero dicho esto, algunos de los conflictos actuales tampoco se pueden interpretar únicamente desde esta perspectiva, es más, en no pocas ocasiones detrás de esas rivalidades subyacen otro tipo de intereses, geopolíticos sobre todo, que los explican y/o interactúan en distinta medida.

Algunos aspectos clave de la religión musulmana. En el islam las fuentes de la fe son el Corán y la sunna. Este último término hace referencia a la denominada tradición islámica, que su vez está compuesta por una serie de hadizes, que son las tradiciones proféticas de Mahoma y de sus antepasados que han sido conservadas. A su vez la umma o comunidad musulmana basa su práctica religiosa en los cinco pilares o arkan al Islam, que son: 1) El testimonio de fe o sahada "no hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta"; 2) La oración o salat cinco veces al día en dirección a La Meca; 3) La limosna o zakat; 4) El ayuno o swam durante el ramadán; y 5) La peregrinación a la Meca o hayy. Además de estos pilares, e inmediatamente posterior a los mismos, aunque no forma parte de ellos, está el yihad, que es un termino masculino que se refiere a la devoción que se tiene por Dios. Ese término tiene dos significados. El primero es aquel que se refiere al esfuerzo que todo creyente debe hacer para ser mejor persona y, por tanto, mejor musulmán. Y el segundo significado tiene que ver con la denominada "guerra santa", acción bélica que el propio islam delimita a una acción siempre defensiva y en la que no puede haber víctimas inocentes. Es esta última acepción la que es utilizada y manipulada por el denominado terrorismo yihadista para justificar sus actos violentos.

Por último, hay que hacer una referencia obligada al derecho y a la jurisprudencia en el islam. En este sentido, la sharia es el derecho islámico y, por tanto, es religioso, ya que como se apuntó anteriormente la práctica de esta religión engloba todos los ámbitos de la vida del creyente. Este código tiene un doble objetivo; regir la conducta de los creyentes entre sí y de estos con Alá. A su vez, el desarrollo que el hombre ha hecho de la sharia, es decir, la jurisprudencia, se denomina Fiqh, es decir, un conjunto de normas y principios legales y religiosos aplicados que sean lo más fieles posible a la "Ley revelada" o sharia. Es en el desarrollo de esta jurisprudencia donde entre los siglos VIII y IX se articularon las cuatro escuelas jurídicas más importantes del sunnismo; la hanafi, la malikí, la safií y la hanbalí. Fue de esta última escuela jurídica desarrollada por Ibn Hanbal, de la que se derivó ya en el siglo XVIII el conocido como wahabismo, escuela fundada por el clérigo reformista saudí Abb al-Wahhab (1703-92), que es una de las expresiones más rigoristas del islam actual, liderado por Arabia Saudí, y de la que a su vez se han derivado corrientes aún más rigoristas como el salafismo, que a su vez conforma el sustrato ideológico-religioso de gran parte del actual terrorismo yihadista.

En cualquiera de los casos y, para terminar, hay que decir que el wahabismo no es ni mucho menos hegemónico en el islam, aunque sí mayoritario en países tan influyentes como Arabia Saudí o las "petromonarquías", lo que ha favorecido su rápida expansión en los últimos tiempos. A su vez, y esto sí que conviene remarcar, el terrorismo de corte yihadista es un fenómeno muy minoritario en el islam, y sus principales víctimas, con mucha diferencia, siguen siendo los propios miembros de la comunidad islámica. Pero tampoco hay que negar que la práctica del islam y sobre todo la de algunos de los países que se autodefinen como musulmanes, nos plantea unas realidades de muy difícil compresión, cuando no inasumibles, en sociedades como las nuestras muy laicizadas, pero en las cuales, no hay que olvidar, la religión sigue teniendo una significativa influencia social de muy distinta índole.

 

Fotos: Nuria González. UPV/EHU.