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Curso online: Hacia una economía al servicio de las personas - Desarrollo, economía feminista, finanzas y economía social y solidaria - "Principios para una economía justa"

First publication date: 30/09/2021

Del 7 de octubre de 2021 al 23 de enero de 2022
Horas lectivas: 75
Inscripción online

Este curso está coordinado a nivel académico por la UNED y Economistas sin Fronteras, una ONG cuyo objetivo es contribuir a generar cambios en las estructuras económicas y sociales que permitan que sean justas y solidarias.

El fin del curso es dotar de elementos al alumnado para el análisis y la reflexión sobre el modelo económico y de desarrollo actual, además de señalar propuestas alternativas que pueden contribuir a una nueva economía basada en la justicia y la solidaridad.

El actual sistema económico capitalista globalizado, de economía de mercado se basa en el crecimiento continuado de la economía. La doctrina que hoy explica, y justifica, el funcionamiento del mercado es el modelo neoliberal, que se ha convertido en el pensamiento económico dominante, el cual también está presente y atraviesa la Agenda 2030 de desarrollo. En ese sentido sitúa a la Agenda en un terreno de disputa académica y política que resulta fértil para tratar de cuestionar tanto el sustrato teórico que sostiene el proyecto político y económico que supone el neoliberalismo, como para discutir acerca de cómo este pensamiento único moldea multitud de esferas, incluida la del desarrollo.

El pensamiento neoliberal basa su doctrina en la libre actuación de las fuerzas del mercado, donde una “mano invisible” asignará los recursos de la manera más eficiente posible. La persecución del beneficio individual por parte de cada agente económico dará como resultado el beneficio colectivo, el mejor que se podría conseguir para el conjunto de la sociedad.

Según estos principios, el neoliberalismo propugna una serie de políticas económicas, que tienen en común la subordinación del Estado a los intereses privados. Algunas de ellas son: la liberalización de la economía, las privatizaciones de empresas y servicios públicos, la desregulación económica, la flexibilización de los mercados de trabajo y la disminución del gasto público.

Estamos constatando cómo el actual modelo de crecimiento económico no proporciona un bienestar generalizado allí donde se produce; al contrario, genera desigualdades, tanto en el interior de los países, entre su ciudadanía, como entre países. La economía financiera especulativa, gracias a las políticas de desregulación de los mercados financieros, ha adquirido una importancia desorbitada y ha estado en el origen de la mayor crisis financiera internacional, que se ha transmitido al sector real de la economía, donde se han destruido millones de empleos. Hemos asistido también a la pérdida de poder de los Estados, al ver cómo los gobiernos se han dedicado a intentar contentar a los mercados, erigidos en el poder supremo.

Ante esta situación, desde diversos ámbitos surgen voces críticas al actual paradigma económico. Se defiende un enfoque que tenga en cuenta todos los aspectos de la vida social, que vaya más allá de lo meramente económico, que tenga una finalidad transformadora con el objetivo de alcanzar una sociedad más justa y satisfactoria para todas las personas. Por otra parte, es imprescindible la incorporación al análisis económico de los aspectos ecológicos, de los costes del crecimiento y de la crisis medioambiental, así como la mirada feminista. Para todo ello, es de vital importancia la incidencia política y la movilización en los países del Norte (en su acepción general) para el cambio de estructuras y de políticas que obstaculizan el desarrollo global.