El lunes 26 de noviembre, la sonda Insight aterrizó con éxito en Marte para la primera misión espacial que estudiará el interior del planeta y averiguará si está geológicamente muerto o aún alberga algo de actividad geológica. 
Se ha posado sobre la planicie Elysium, terreno llano, polvoriento, sin apenas accidentes geográficos, pero muy seguro para el aterrizaje e ideal para el objetivo principal de la misión. 

Este punto de aterrizaje de InSight es perfecto ya que uno de los objetivos de la estación meteorológica de la sonda es saber en qué momentos hay menos viento y  tomar mediciones sísmicas más fiables. Desde las sondas Viking de los años 70 habrá dos estaciones meteorológicas desplegados en Marte (Insight y Curiosity) . Ambas estaciones han sido desarrolladas en España (Centro de Astrobiología).

Dentro de unos 40 días  un brazo robótico depositará sobre el suelo uno de los dos instrumentos principales de la misión: un sismómetro. Este instrumento será capaz de detectar movimientos sísmicos  y también impactos de meteoritos a kilómetros de distancia. Al segundo instrumento le apodan el topo: un percutor que penetrará hasta cinco metros en el suelo  dejando sensores de temperatura en su camino. Con estos instrumentos se podrá averiguar si Marte está completamente muerto desde el punto de vista geológico o aún conserva algo de vida geológica y térmica.