Proyecto Geodesia , escultura, 14 cm ancho x 25 cm largo x 6 cm alto
Proyecto Geodesia ,escultura-15 cm ancho x 11 cm largo x 17,5 cm
Proyecto Geodesia ,Grabado, monotipo ( aguafuerte,aguatinta e incisión de hilo). 31,5 cm ancho x 42,5 cm alto
Desde el punto de vista de la ficción de escala , las miniaturas escultóricas que conforman Geodesia resultan unos muy eficaces instrumentos para el ensueño. Sobre pequeñas vitrinas de cristal negro y acero pulido las esculturas , con reminiscencias de tendencias artísticas post minimalistas como el process art nos situan en una idea de forma muy cercana a lo encontrado , al ready-made natural . El efecto visual a una distancia media de unos dos metros da esa imagen , en tanto que en la cercanía reconocíamos los diversos materiales en su verdadero tamaño y precaria colocación: pequeñas viguillas de madera de balsa, telas metalizadas, fragmentos de escayola teñidos. El tema es la tierra , la geología; y el lenguaje , salvando las diferencias de escala y lo que ello repercute , es uno que nos recuerda a artistas como Robert Smithson , Alain Saret o Reiner Ruthenbeck , a su noción de entropía : a la tierra, sus tiempos expandidos y su tendencia a deshacer todo orden geométrico impuesto . El cambio de escala , como decía, repercute mucho porque aspectos físicos como el peso o el equilibrio al ser llevados a una escala tan reducida (tened en cuenta que las esculturas tienen una altura de unos diez cm) dejan de existir para nuestra percepción , dando un efecto de algo más casual que físico por la levedad de los materiales.
Es interesante ver cómo se cambia de escala desde el dispositivo de presentación – que siendo como es pequeño, convive en escala 1:1 con el mobiliario del entorno – a la escultura ; cómo una vez dentro de su superficie , nos sumergimos en otro mundo que viene dado por el poder que tienen esas miniaturas como imagen que transporta a algo mayor aunque de dimensiones no precisas . Esta virtud de imagen para transportarnos de una escala a otra y su capacidad para sumergirnos en el pliegue dentro del pliegue , en el detalle del detalle, es común en el dibujo pero inhabitual en escultura donde rara vez se trabaja en escalas tan reducidas (me viene a la mente el laboratorio de tizas de Oteiza) con un lenguaje en principio “no figurativo”. Es común ver pequeñas figuras humanas (algunas deliciosas tallas Art Decó de estilizados cuerpos jóvenes) y el ojo se acomoda a la escala como en cualquier pantalla tenga el tamaño que tenga ; sin embargo estas esculturas solo son figurativas si reconocemos el código que hay en ellas, las referencias formales , ellas sí, no figurativas, de estas obras. Y sí , yo diría que tienen quizá el carácter más liviano de la imagen que la fisicidad con que se reconoce normalmente la escultura, ya que las cuestiones de peso, apoyo, equilibrio etc.. no tienen ya una presencia y un efecto que podamos identificar desde el cuerpo. Pero son imágenes construidas con materias físicas al igual que en aquellas a las que me recuerdan , y no , como en los dibujos , con otra materialidad , la de la línea gráfica, que traduce en unas cualidades homogéneas las sustancias de la piedra, la tierra o las grietas.
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