En muchas startups tecnológicas, quien ejerce de CEO debe desprenderse en parte de su rol más técnico y empezar a responsabilizarse de tareas y decisiones estratégicas relacionadas con la gestión y dirección de una empresa. Este salto suele darse además con relativa premura, sin demasiado tiempo y recursos para afrontar este reto con la formación y capacitación que ello implica.
Una de las tareas críticas a realizar suele ser la elaboración de unas proyecciones financieras que anticipen el recorrido futuro del proyecto. Inversores de capital u otros financiadores, así como distintas convocatorias de ayuda pública, emplazan a que el proyecto presente un plan financiero para los próximos años. Es cierto que existen numerosas hojas de cálculo que facilitan este trabajo, pero dicho esfuerzo resulta en vano si previamente no se ha producido una comprensión teórico-conceptual de la naturaleza de este proceso. De nada sirve delegar este proceso en otras personas si quienes emprenden tienen posteriormente dificultades para presentar y defender estas previsiones. En la mayoría de los casos, lo que subyace es una falta de asimilación conceptual de los cimientos que fundamentan un proceso de esta naturaleza.
El libro “Plan financiero para startups. Proceso y métricas en la práctica” escrito por el profesor de la UPV/EHU Jon Hoyos, nace precisamente con la intención de cubrir este hueco. Partiendo de un repaso de los conceptos contable-financieros clásicos, se propone una hoja de ruta genuina con la que poder elaborar unas proyecciones financieras futuras que hagan posible dar respuesta a preguntas como “¿cuánto dinero necesito para arrancar mi proyecto?”, “¿cuándo está previsto que sea rentable?”, “¿qué datos y métricas necesito y cómo presentarlas?”, “¿necesitaré previsiblemente más financiación de la inicialmente prevista?”, “¿cómo poder diseñar ese plan de cobertura?”, “¿cuáles son las alternativas que dispongo en función del tipo de proyecto y el momento en el que me hallo?”, etc.
Más allá de estudiar conceptos puramente financieros, el libro trata de dotar de herramientas para comprender cómo construir las hipótesis necesarias para poder elaborar esas proyecciones. Aspira, por tanto, a no quedarse solo en “lo que habría que hacer”, sino ofrecer pistas, instrumentos y ejemplos para inspirar ese trabajo. Cada vez es más importante concebir las finanzas desde un enfoque sistémico, comprendiendo las relaciones de un entramado decisional que suele tornarse complejo. Esto es de vital importancia en las empresas emergentes, donde es importante relacionar e imbricar los indicadores financieros clásicos con otras métricas vinculadas al embudo de ventas. Es el caso, por ejemplo, de las tasas de conversión vinculadas a distintas activaciones que se producen en forma de leads cualificados. De igual forma, hay indicadores que ayudan a anticipar la sostenibilidad financiera futura de un proyecto, como es el caso de las conocidas como métricas unit economics (CAC o LTV) o los márgenes de contribución, cuyo cálculo e interpretación son ampliamente desarrollados a lo largo del libro.
No hay duda que el conocimiento en el binomio finanzas-emprendimiento debe avanzar para ofrecer marcos de conocimiento más adecuados, con capacidad para ajustarse mejor a la realidad que experimentan estos proyectos. Además, hay que tratar de hacerlo de la manera más personalizada posible. No es lo mismo una startup digital que una empresa biotecnológica, una startup deep tech o un modelo de negocio SaaS. De igual forma, las finanzas deben estar preparadas para colaborar con retos futuros que llegarán próximamente, como es el caso de la medición del impacto social y medioambiental de los proyectos emprendedores.
Más información sobre el libro aquí.
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