Materia

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El conocimiento de la Arquitectura del Pasado y de los Centros Históricos

Datos generales de la materia

Modalidad
Presencial
Idioma
Castellano

Profesorado

NombreInstituciónCategoríaDoctor/aPerfil docenteÁreaEmail
ASEGUINOLAZA BRAGA, IZASKUNUniversidad del País Vasco/Euskal Herriko UnibertsitateaProfesorado AgregadoDoctoraBilingüeUrbanística y Ordenación del Territorioizaskun.aseguinolaza@ehu.eus
AZCARATE GARAY-OLAUN, AGUSTINUniversidad del País Vasco/Euskal Herriko UnibertsitateaProfesorado Emerito UniversidadDoctorBilingüeArqueologíaagustin.azcarate@ehu.eus
CARBALLO OSTOLAZA, DANIELUniversidad del País Vasco/Euskal Herriko UnibertsitateaProfesorado Asociado De UniversidadDoctorBilingüeUrbanística y Ordenación del Territoriodaniel.carballo@ehu.eus
GONZALEZ QUINTIAL, FRANCISCOUniversidad del País Vasco/Euskal Herriko UnibertsitateaProfesorado Laboral Interino UniversidadDoctorNo bilingüeConstrucciones Arquitectónicasfrancisco.gonzalez@ehu.eus
MESANZA MORAZA, AMAYAUniversidad del País Vasco/Euskal Herriko UnibertsitateaProfesorado AgregadoDoctoraBilingüeIngeniería Cartográfica, Geodésica y Fotogrametríaamaia.mesanza@ehu.eus
ZORNOZA INDART, AINARAUniversidad del País Vasco/Euskal Herriko UnibertsitateaProfesorado AgregadoDoctoraBilingüePinturaainara.zornoza@ehu.eus
IÑIGUEZ VILLANUEVA, MANUEL MARIAProfesional independienteOtrosmanuel.iniguez@ehu.eus
USTARROZ CALATAYUD, VICENTE ALBERTOOtros CentrosProfesorado Catedratico De UniversidadDoctoralberto.ustarroz@ehu.eus

Competencias

DenominaciónPeso
Que los alumnos comprendan la naturaleza diacrónica de la Arquitectura atendiendo a la interdependencia de formas, usos y técnicas, a la estructura formal, al estudio de los tipos y a los métodos de composición de edificios y espacios abiertos100.0 %

Tipos de docencia

TipoHoras presencialesHoras no presencialesHoras totales
Magistral403575
Seminario50100150

Actividades formativas

DenominaciónHorasPorcentaje de presencialidad
Analizar y discutir trabajos90.040 %
Análisis de casos45.040 %
Clases expositivas90.040 %

Sistemas de evaluación

DenominaciónPonderación mínimaPonderación máxima
Trabajos Prácticos0.0 % 100.0 %

Temario

Temario



1.- El Tipo como instrumento de conocimiento y análisis de la arquitectura.

- El tipo arquitectónico como correspondencia y síntesis de diversos

subsistemas: Formales, espaciales, de uso, constructivos y materiales.

- La noción de tipo en la arquitectura moderna.

2.- La lección de las Ruinas: Saber positivo, saber negativo, saber analógico

3.- Momento material y momento formal en los edificios del pasado.

4.- La Ciudad -su Centro Histórico- como marco natural de la arquitectura del pasado

. Carácter de los centros históricos versus presencia activa de las arquitecturas del pasado

. Conjuntos monumentales: morfología urbana y tipologías arquitectónicas

. Los conjuntos rurales: mantenimiento e intervención en las arquitecturas Vernáculas

5.- El dibujo como medio de conocimiento de los edificios,

6.- El edificio histórico y su entorno.

7.- Espacio y tiempo

8.- Memoria y Resignificación

9.- Visibilidad e Invisibilidad: arquitecturas inmateriales; arquitecturas veladas; arquitecturas olvidadas

10.- La Cadena de Valor: una nueva manera de mirar el Patrimonio



JUSTIFICACIÓN DE PRESENCIA DE LA MATERIA



La justificación del presente Tema se encuentra en la siguiente consideración : no parece posible intervenir con ciertas garantías de éxito sobre los edificios del pasado y su entorno, sin conocer los modos a través de los cuales estos edificios y entornos se han producido.

Se hace pues necesario un conocimiento fundamentado de los edificios sobre los cuales se va a intervenir. Y esto se consigue conociendo profundamente estas obras desde los puntos de vista tipológico y artístico, hasta el punto de llegar a compartirlas en cierto modo como propias, codo con codo con los que antes intervinieron en ellas : este momento tipológico entendido como aquel donde se corresponden y sintetizan los diversos subsistemas: formales, espaciales, de uso, constructivos y materiales.

Este conocimiento también implica entrar en el discurso de los elementos primarios de la arquitectura, comprendiendo que el momento formal se cimenta conceptualmente en gran medida sobre el momento material.

También la lección de las Ruinas recoge la particular relación que la arquitectura ¿como pensamiento y práctica- ha establecido con las Ruinas, esto es, con los fragmentos de su pasado griego y romano. Un pasado que constituye la médula de la tradición arquitectónica. Argumento que por extensión incluye el resto de las ruinas: románicas, góticas etc. etc. que la restauración de las arquitecturas del pasado ha de afrontar.

Si bien es cierto que cada período histórico ve en las Ruinas aquello que quiere ver, en conexión con los problemas arquitectónicos concretos, también es cierto que las Ruinas ¿tomadas como teorema a desentrañar- han servido y sirven para reformular las eternas cuestiones arquitectónicas.En estas piedras auténticas, el arquitecto reencuentra, por paradójico que parezca, las leyes del arte de construir : el modo analógico más bello para discurrir cómo es y qué es la arquitectura. Así el arquitecto se convierte en aprendiz en las Ruinas. Aprendizaje ineludible para quien ha de enfrentar su restauración, su puesta en valor como mejor homenaje de cuanto ha recibido de su trato con ellas.

Por otro lado las arquitecturas del pasado, que han sobrevivido al paso del tiempo, han entrado a formar parte de la memoria y del proyecto colectivo donde se hace imposible considerarlas como algo aislado, como a menudo se hace, a pesar de tantas evidencias en contra. Un edificio del pasado se encuentra formando parte bien de un Centro Histórico conviviendo y midiéndose con otras arquitecturas, sean estas domésticas, monumentales, vernáculas, etc., o bien de conjuntos rurales más vinculados al paisaje natural, bien de desarrollos urbanos propios a la ciudad burguesa, bien de periferias urbanas como es el caso de los edificios industriales modernos, etc...

Es por todo ello por lo que parece importante contemplar la capacitación de los arquitectos tanto en los conocimientos necesarios históricos y técnicos como en aquéllos que les permitan el acercamiento a estos edificios y su entorno desde una mayor implicación en su razón de ser. En definitiva que les haga conscientes de aquellas cuestiones que, si bien en otros momentos de la arquitectura se daban por sabidas hoy hay que recuperarlas en forma de conocimientos específicos.



Firmitas, utilitas, venusta. De esta manera sintetizaba Vitrubio los tres principios que deben regir la arquitectura. "Solidez, utilidad, belleza": Tres conceptos capaces de reflejar aspectos vitales de una sociedad. Sus recursos para proveerse de materias primas, extraerlas, transformarlas, transportarlas; su capacidad para aparejar unos materiales, levantando unas construcciones que superen los retos de la estática y la mecánica; su organización social, política y religiosa necesitada de articular unos espacios de funcionalidades y significados simbólicos diversos; su concepción de la estética y de la belleza, su ideología... Es por ello, "por la suma de hechos que es necesario que se conjuguen para su materialización" por lo que la arquitectura se ha considerado con razón como "la máxima expresión de lo que entendemos por cultura material". Tal es el grado de información que contiene un edificio, tal la riqueza de relaciones que encierra entre capacidad técnica, organizativa y económica, necesidades funcionales y de representación, anhelos escatológicos, sueños imposibles de inmortalidad, recreaciones permanentes en pos de una belleza inalcanzable... Reflejo, en definitiva, de la sociedad que lo creó. Pero, además, una arquitectura contiene algo que se ha olvidado con frecuencia y que no han tenido en cuenta suficientemente los defensores de la "restauración en estilo". Un edificio -o complejo de edificios- como uno de los sujetos históricos más completos, es poseedor de la "cuarta dimensión", del tiempo, de devenir histórico. En contra de las historias del arte y de la arquitectura que han divulgado frecuentemente sus conocimientos como si los edificios históricos fueran construcciones "congeladas" en el tiempo, hay que reivindicar con fuerza sus continuas transformación, su eterna condición de algo que cambia permanentemente.



Ya lo había advertido el propio S. Freud cuando señalaba que "si queremos representar la sucesión histórica en términos de espacio, ello sólo puede obtenerse mediante una yuxtaposición en el espacio porque, de hecho, un mismo espacio no puede ocuparse de dos modos diferentes". En la misma dirección apuntaba el gran arqueólogo italiano A. Carandini: "El embrollo condensado del yacimiento pluriestratificado se debe pues al intento comprometido de tridimensionalizar el `sueño¿ imposible de la absoluta compatibilidad espacial, mientras que la realidad material sólo permite como máximo superponer una cosa a otra".

¿Cómo puede superarse este viejo problema? Pues desacralizando el objeto, el monumento-fetiche, que no existe en sí mismo como un estilo congelado en el tiempo, sino como la materialización de una memoria histórica fragmentada que necesita previamente ser biográficamente restaurada. Y restaurar significa devolver a los objetos su significado, el valor semántico que tuvieron en el pasado y ello sólo puede conseguirse contextualizándolos estratigráficamente, porque -como dice certeramente Carlos Castilla del Pino - un recuerdo no se ofrece como un dato aislado, sino como componente de una estructura contextual quedando como un estrato, al modo como es estratigráfica la memoria colectiva.



Para acceder a estos mundos perdidos será necesaria una metodología especial -el método estratigráfico-, porque la materialización del tiempo en un mismo espacio únicamente es posible mediante la superposición estratigráfica de los retazos de pasado que lograron sobrevivir, retazos de memoria que sólo pueden ser reordenados diacrónicamente mediante el análisis de sus relaciones de anteroposterioridad. Y no a través de analogismos formales o del estudio de los estilos como reiteradamente se está pretendiendo. Y aquí es donde entra en acción la arqueología. No es casual que los pensadores contemporáneos más relevantes hayan recurrido al concepto de ¿arqueología¿ para ejemplificar la naturaleza y alcance de algunas de sus propuestas. Se ha dicho, en este sentido, que M. Foucault, por ejemplo, fue un arqueólogo, es decir alguien que escrutaba, que leía bajo el suelo aparentemente liso y sin texturas de nuestra lógica, tratando de descubrir las profundas estructuras del conocimiento.



El análisis estratigráfico. SIi un edificio histórico no es, en definitiva, sino el resultado final de un proceso de sustracción y adicción de materiales acontecido a lo largo de los siglos, puede y debe ser objeto de un análisis estratigráfico, es decir arqueológico, de acuerdo a una metodología sistematizada y desarrollada fundamentalmente por arquitectos y arqueólogos italianos. Estos dos paralelismos son los que nos permiten afirmar, en primer lugar, que se puede aplicar la metodología desarrollada en investigaciones arqueológicas (método estratigráfico) al estudio de la evolución constructiva y, en segundo lugar, que la actuación para la conservación de edificios es tan destructiva de datos de cultura material, claves para la interpretación del edificio, como lo es una excavación arqueológica. Es preciso aplicar la metodología de análisis arqueológico con el fin de registrar con absoluta objetividad y con todos los medios posibles, los elementos o indicios que con la "restauración" inevitablemente van a desaparecer.



El objetivo fundamental, por lo tanto, es identificar e individualizar la morfología de la estructuras primitivas habitualmente enmascaradas por obras y reparaciones posteriores en el tiempo (Parenti, 1985; Brogiolo, 1988). En este sentido la identificación de las sucesivas intervenciones llevadas a cabo en los edificios durante su uso, se logra, en primer lugar, a través del reconocimiento de diversas partes homogéneas - Unidades Estratigráficas (U.E.)- caracterizadas por una única voluntad constructiva y realizadas en su mayoría, con el mismo material, los mismos instrumentos y la misma función específica, y una vez identificadas las U.E., el análisis se basa en la lectura de los distintos elementos, valiéndose de las relaciones entre ellos e interpretándolos a través de la secuencia de las intervenciones que la construcción ha sufrido. Estas son fruto de acciones diversas, divididas básicamente en dos grandes grupos: las denominadas acciones "positivas" (añadidos, cierres, levantes, rellenos etc.), y acciones "negativas" (rupturas, cortes, demoliciones, abandono...) reconocibles ambas porque forman partes, más o menos amplias, que se pueden definir y considerar como homogéneas. Las estructuras se pueden analizar como estratos arqueológicos en sí mismos, aunque también considerando sus relaciones con otras partes a través de la individualización y de las connotaciones sociales, históricas y culturales que las han provocado.



Bibliografía

Materiales de uso obligatorio

EL CULTO MODERNO A LOS MONUMENTOS. Aloïs Riegl. Visor 1999

SCIENZA ED ARTE DEL RESTAURO ARCHITETTONICO. Ambrogio Annoni. Eizione Artistica Framar. Milano 1946

TEORIE E STORIA DEL RESTAURO. Nullo Pirazzoli. Essegi 1994

LAS VARIACIONES DE LA IDENTIDAD. Carlos Martí. Ediciones del Serbal

LA LECCIÓN DE LAS RUINAS. Alberto Ustarroz. Caja de Arquitectos 1997

HISTORIA DE LAS TIPOLOGÍAS ARQUITECTÓNICAS. Nikolaus Pevsner. Gustavo Gili. 1980

LA COLUMNA Y EL MURO. FRAGMENTOS DE UN DIÁLOGO. Manuel Iñiguez. Caja de Arquitectos 2001.

IL RECUPERO DELLA BELLEZA. Paolo Marconi. Skira 2006

CASTILLA DEL PINO, C.: 1995, La Memoria y la Piedra, Patrimoni: Memòria o malson?, Barcelona, pp. 309-320:

CASTILLA DEL PINO, C.: 1995, La Memoria y la Piedra, Patrimoni: Memòria o malson?, Barcelona, pp. 309-320

Bibliografía de profundización

- HILLIER B., HANSON J., 1984: The Social Logic of Space, Cambridge

- JOHNSON M. H., 1993: Housing culture. Traditional architecture in an English Landscape, Londres

- MALN G., (ed.), 2003: Toward an archaeology of buildings: contexts and concepts, Oxford

- MANNONI T., 1994: Venticinque Anni di archeologia globale.1. Archeologia dell¿Urbanistica; 2. Insediamenti Abbandonati; 3. Caratteri costruttivi dell¿edilizia storia; 4. Archeologia delle technique produttive, Escum, Genova

- RAPAPORT A., 2001: Theory, Culture and Housing. Housing, Theory and Society, nº 17, pp. 145-165

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